Oficialmente desde donde escribo Steven Patrick Morrissey Dwyer (si hubiese nacido en Sudamérica ese sería su nombre completo) ya tiene 53 años cumplidos, es mi momento de postear con motivo de su cumpleaños. En anteriores ocasiones he hecho lo mismo desde aqui, y hoy me es necesario volver a hacerlo, ¿por qué? pues porque ocasiones en que alguien ha escrito la banda sonora de tu vida son poquísimas, sino inclusive unicas, al punto que muchas de sus letras parecen sacadas que cosas que me han sucedido directamente, bellamente escritas, con sarcasmo a veces, de maneras arrebatadas y finales inesperados, incluso hasta el punto de la crueldad, es cierto, pero, a caso la vida no es cruel (life is never kind)
Esta vez, de momento, no quiero poner algo de él, quiero recordar esta bella canción de The Sparks que sonó el pasado 14 de Marzo, cuando nos regaló su presencia jamás imaginada en Lima; Así es, creanlo o no, para quienes ver a Voz Propia nos costaba una inspección de documentos o ver a Lima 13 nos acompañó del susto de un lejano bombazo gracias a la fina cortesía del terrorismo campeante, un concierto de esta naturaleza siempre estuvo en el terreno de lo imposible.
"Juan, préstale atención a esta canción, es lo más cerca que estaremos de Morrissey" recuerdo esas palabras de un amigo cuando Mikel Erenxtun interpretaba Todo es Igual Siempre en la Feria del Hogar, lugar a donde llegaba lo poco bueno por ver hasta ese entonces, luego a un duo de mocosos producidos se encargaría en tan solo segundos de arruinar el lugar para siempre jamás. Desde ahí las cosas buenas fueron sucediendo, debo aquí reconocer que mi excepticismo siempre fue firme en este punto: Nunca vería a Morrissey pisar suelo peruano, no estabamos preparados para recibirlo. Aquí mi error, estuve muchas veces en fiestas de homenaje, vi como se coreaban sus canciones y hasta algunas veces fui el encargado de acertar con Suedhead en el momento exacto y llenar una pista de baile, pero igual, jamás pensé que esto sucedería.
Hoy el Moz vuelve a estar lejos, ha pisado Asia y Hawaii y celbrará su cumpleaños tocando sus canciones que el sienta adecuadas para su momento, no buscará complacer al público, pero lo atrapará, no dará concesiones especiales como venta de carne o alcohol, pero llenará un coliseo, sus firmas de autógrafos no serán numerosas, pero lo seguirán, las radios no le harán el debido caso, pero las multitudes corearan sus letras junto a él; nació para romper esquemas, para inaugurar una nueva forma de hacer arte, como le tocó a Cervantes o a Shakespeare en sus tiempos, para ser aquel que mejor interpretó nuestra época y perdurar.
Moz, alguna vez pediste que no hablen de ti cuando te hayas ido, si es que te vas antes que yo, es lo único que no podré cumplir de tus pedidos, después de todo, ya eres parte de la historia contemporanea y de los sentimientos de muchos.
Feliz cumpleaños!