De Vuelta al Mundo Real

La gran pesadilla es despertar
Cuando no se tiene otro lugar
Más allá de los sueños
(Las palabras son cansancio – El ultimo de la fila)

Al tiempo que me despierto oigo a mis vecinos subir y bajar las escaleras, pronunciar palabras que llegan hasta mí como susurros deformados a través de las paredes. Me levanto pesadamente, me acerco a la ventana, descorro la cortina lo suficiente para ver a la calle con un solo ojo y veo todo tal como ayer, es algo que deprime, hastía y hasta angustia.

Debo enfrentarlo, ha comenzado un día más y con él toda esa rutina que se me hace insoportable. Una vez más bajo las escaleras y saludo cordialmente al conserje, a pesar de no tener el menor de deseo de saber algo de su existencia, saludo a mis compañeros de trabajo y a mi jefe, escucho indicaciones por teléfono, respondo correos electrónicos, cumplo órdenes, almuerzo apurado, respondo cortésmente mi anexo mientras nadie se da cuenta que para mí colocar el índice derecho en el cuello de la camisa y dar pequeños tirones hacia fuera es casi como desahogar un deseo asesino.

Quizás lo único relativamente placentero es rascar con una cuchara lo poco de miel de abejas que le queda al frasco y pasada la medianoche recostarme en mi cama para dormir y volver al mundo real.

Diciembre de 2007