Marc Collins y Olivier Libaux, dejaron su faceta de productores y colaboradores en proyectos de música electrónica para deleitar nuestros sentidos con una mezcla de bosanova, jazz y pop francés del de siempre que imprimen una nueva personalidad a una serie de canciones emblemáticas de la new wave y el punk, poniendo luz y calor donde antes solo habían oscuras atmósferas. El resultado es para quedarse con la boca abierta, mas aún si consideramos que las vocalistas prestaron sus voces sin haber escuchado las canciones originales.
El disco comienza de la mejor manera posible, con “Love will tear us apart” (Joy Division) envuelta en un aire triste y evocador donde antes reinaba lo opresivo gracias a Ian Curtis, le sigue la gran joya de este disco: ¡Just can’t get enough convertida en samba!, donde no falta ni el silbato ni la batucada ni los soniditos chongueros de fondo, el techno-pop ochentero con el que Vince Clark marcó la pauta en Depeche Mode es invadido con todo lo festivo que puede ser nuestro caluroso continente.El reggae original de “Guns of Brixton” (The Clash) se vuelve cantinero y dejada, como para oirse en la barra de un bar a las 4 am ( a solas, por supuesto) “this is not a love song” (P.I.L.) en una versión bañada de sensualidad y aires enigmáticos, John Lydon nunca la hubiera concebido así, nuca.
En la misma línea de música francesa sementera, “Too drunk to fuck” (Dead Kennedy’s) y “Marian” (The Sisters of Mercy) te dejan con ganas de ver clips de ambientes sórdidos y pecaminosos (por lo menos al género masculino). “I melt with you” (Modern English), queda regenerada casi a una canción de cuna digna de Eddie Brickle, decorada con una delicadeza inesperada.
Cuando Robert Smith hizo A Forest, debió pensar en las noches brumosas de los bosques de Londres antes que en la noche de verano en una playa tropical a la que te traslada esta versión. “Teenage Kicks” (The Undertones) un acierto en elegir la canción-emblema de el Show de John Peel, aunque el cambio no es tan sorprendente en comparación con los demás tracks.“Psyche” (Killing Joke) es otra de las sopresas mayores, digna para la ambientación de una misa negra
Lo que va a ser mi mayor refresco para el letargo del verano llegó gracias a la música, lo único con lo que no estoy conforme es con el hecho de haberme perdido de esta placa en el año de su realización (2000)
El disco comienza de la mejor manera posible, con “Love will tear us apart” (Joy Division) envuelta en un aire triste y evocador donde antes reinaba lo opresivo gracias a Ian Curtis, le sigue la gran joya de este disco: ¡Just can’t get enough convertida en samba!, donde no falta ni el silbato ni la batucada ni los soniditos chongueros de fondo, el techno-pop ochentero con el que Vince Clark marcó la pauta en Depeche Mode es invadido con todo lo festivo que puede ser nuestro caluroso continente.El reggae original de “Guns of Brixton” (The Clash) se vuelve cantinero y dejada, como para oirse en la barra de un bar a las 4 am ( a solas, por supuesto) “this is not a love song” (P.I.L.) en una versión bañada de sensualidad y aires enigmáticos, John Lydon nunca la hubiera concebido así, nuca.
En la misma línea de música francesa sementera, “Too drunk to fuck” (Dead Kennedy’s) y “Marian” (The Sisters of Mercy) te dejan con ganas de ver clips de ambientes sórdidos y pecaminosos (por lo menos al género masculino). “I melt with you” (Modern English), queda regenerada casi a una canción de cuna digna de Eddie Brickle, decorada con una delicadeza inesperada.
Cuando Robert Smith hizo A Forest, debió pensar en las noches brumosas de los bosques de Londres antes que en la noche de verano en una playa tropical a la que te traslada esta versión. “Teenage Kicks” (The Undertones) un acierto en elegir la canción-emblema de el Show de John Peel, aunque el cambio no es tan sorprendente en comparación con los demás tracks.“Psyche” (Killing Joke) es otra de las sopresas mayores, digna para la ambientación de una misa negra
Lo que va a ser mi mayor refresco para el letargo del verano llegó gracias a la música, lo único con lo que no estoy conforme es con el hecho de haberme perdido de esta placa en el año de su realización (2000)
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